Portugal le ganó a Galicia más de 600 millones de inversión en una década

La industria lidera la captación de empresas extranjeras y también gallegas.

El gigante, en este caso del automóvil, analiza opciones en Portugal, y de la primera reunión con el presidente de la cámara municipal (el alcalde) sale con una oferta de suelo urbanizado y listo para ocupar a 20 euros el metro cuadrado, bonificable al cien por cien en función del volumen de contratación de portugueses que, con sus sueldos más bajos, reducen el coste salarial en más de en un 50 % respecto a Galicia. Y en materia fiscal, exención del IBI, deducción de hasta un 25 % en sociedades si reinvierte cada año un 10 % de los beneficios obtenidos. La decisión fue fácil.

La multinacional francesa del sector del automóvil Bontaz Centre también invirtió 25 millones de euros en Viana do Castelo; y Howa Tramico, nipona, ha desembolsado 10 millones de euros, y creado más de 100 empleos en el país vecino, cuando en otras circunstancias debería de haberlo hecho en Galicia, ya que su planta dedica el 100 % de su producción a Stellantis Vigo.

Otra francesa, Steep Plastique, especializada en componentes plásticos del automóvil, invirtió en el 2021 casi 50 millones de euros y creó 250 puestos en Viana; y la estadounidense BorgWarner, que cuenta con dos instalaciones productivas en el área de Vigo, desembolsó 25 millones de euros y creó más de 300 empleos en una nueva fábrica en Viana do Castelo.

A principios de este año, Portugal desbloqueó el mayor parque empresarial del norte del país a solo 8 kilómetros de la Plataforma Logística Industrial de Salvaterra-As Neves (Plisan). Se trata del Minho Park, un proyecto que comenzó a tomar forma a la par que el puerto seco gallego y que también fue de complicada gestación. El espacio luso, de 560.000 metros cuadrados, fue anunciado en el 2010 como el «nuevo polígono empresarial de la eurorregión» e iba un paso por delante. Había empezado a atraer el interés de empresas cuando, en el 2016, la Asociación Industrial do Minho (Aiminho), con un 95 % del proyecto (la Cámara Municipal de Monçao tenía el 5 % restante), se declaró insolvente.