El complejo aspira a ser un referente internacional de ingeniería de fachadas

Cortizo, la empresa multinacional del aluminio ha inaugurado este martes su Campus Tecnológico, con el objetivo de convertirlo en un referente internacional en ingeniería de fachadas. Se trata de un complejo situado a muy pocos metros de su sede central de Padrón, en el que la empresa invirtió 40 millones de euros y en el que trabajarán más de 250 arquitectos, arquitectos técnicos e ingenieros. A día de hoy ya lo están haciendo unos 110, según los datos que le han facilitado el fundador de la empresa, José Manuel Cortizo, y su hija Miriam Cortizo, la directora y arquitecta del campus, al presidente de la Xunta en el recorrido que realizaron por las instalaciones, presentadas como un polo de innovación y formación orientado al desarrollo de envolventes a medida para grandes obras en todo el mundo.

Junto con Alfonso Rueda, a la inauguración han asistido la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana; la delegada de la Xunta en la provincia de A Coruña, Belén do Campo, los alcaldes de Padrón y Rois, entre otras autoridades, además de representantes de los colegios oficiales y escuelas de Arquitectura, Arquitectura Técnica e Ingeniería Industrial de Galicia.

Tras el recorrido por los tres edificios del campus, en el auditorio la directora y arquitecta del proyecto, Miriam Cortizo, ha expuesto la razón de ser del complejo, al que se ha referido como «un polo de innovación e formación no corazón do rural galego». La arquitecta ha explicado que «a falta de infraestrutura e de persoal especializado» dificultaba a la empresa «responder con inmediatez á demanda crecente de envolventes a medida para obras singulares». En este sentido, Miriam Cortizo ha afirmado que, cinco años después de que la empresa creara el departamento de grandes proyectos, ahora «dá un paso máis na nosa historia», con la inauguración del campus. Este, ha contado la directora y arquitecta, está dotado con la tecnología más avanzada para, por ejemplo, realizar ensayos frente a condicionantes extremos como huracanes o terremotos, al tiempo que tiene una vocación académica. «Ao fronte de cada proxecto en estudio estará un arquitecto, arquitecto técnico ou enxeñeiro sénior que incorporará ao seu equipo a titulados júnior desas disciplinas para que adquiran formación específica en fachadas. Cando o proxecto estea finalizado, os júniors pasarán a encabezar outros equipos que traballarán en novas obras e seguirán transmitindo ese coñecemento», ha explicado Miriam Cortizo.

El complejo ocupa 25.000 metros cuadrados, consta de tres edificios (investigación, laboratorio y social) y un cuarto bloque destinado a aparcamiento, todo ello ejecutado bajo los criterios de sostenibilidad, de consumo energético reducido y de integración en el entorno natural, fomentando los espacios verdes. Tiene 46.000 metros cuadrados de áreas verdes, según datos de la empresa.